miércoles, 9 de marzo de 2011

Tu Propio Resultado


Aporte: Profesora Germania Grullon:
Eres el resultado de ti mismo. Nunca culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni nadie, porque tú has hecho tu vida.  
* Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. 
 
* A veces, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error. Si puedes evitar algunos, mejor. 
 
* Nunca te quejes de tu ambiente o de los que te rodean; hay quienes en tu mismo ambiente logran vencer. 
 
 * Las circunstancias son buenas o malas, según la voluntad y la fortaleza de tu corazón. 
 
* Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para triunfar. 
 
* No te quejes por tu pobreza o por tu salud, o por tu ¿suerte?: Enfréntalas con valor y acepta que de una u otra manera, son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar. 
 
* No te quejes por la falta de dinero porque abunda en muchas partes. 
 
* No te amargues con tus propios fracasos ni se los cargues a otros; acepta ahora o siempre seguirás justificándote como un niño. 
 
 * Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan malo para fracasar... empieza ahora mismo. 
 
* Deja de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu tristeza, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso. Tú decidiste construirte de esa manera.
 
* Si aprendes a construir nuevamente desde el dolor, a ser más grande que el más grande de los obstáculos, dentro de ti encontrarás un hombre que todo lo puede hacer. 
 
* La causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro será tu presente. 
 
* Préndete de los fuertes, de los activos, de los audaces, imita a los valientes, a los energéticos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones imposibles, a quienes no les atraen las cosas fáciles y a cambio aceptan el reto de lo exigente pero realizable; a quienes vencieron a pesar de todo. 
 
* Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin aliento morirán. 
 
* Mírate en tu espejo, comienza a ser sincero contigo mismo, reconócete por tu valor y por tu voluntad y no por tu debilidad para justificarte. 
 
* Conociéndote a ti mismo serás libre, fuerte y dejarás de ser títere de las circunstancias. 
 
* Porque tú mismo eres el conductor de tu destino y nadie puede sustituirte… ¡Levántate! Mira la mañana llena de luz y de fuerza, respira esa luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida. ¡Despiértate, camina, muévete, lucha, decídete! Y triunfarás en la vida.
 

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